Aquí teneis amigos un artículo de Jesús Ordovás en el mundo que me ha gustado mucho.Y os lo pongo para el que lo quiera leer, a ver si ahora que acabo examenes me pongo un poco más a tono a la hora de escribir que ya toca.Por cierto, ¿dónde está wally? Ah y dimelotú me ha recomendado un Grupo, Family y estoy indagando sobre ellos, les vamos a conocer poco a poco pero ya es un poco tarde, porque se disolvieron...enfin ya os contaremos entre dimeltú y Faro, ahí va el Articulo:
JESUS ORDOVAS
Cada generación necesita un guía espiritual, un líder y una bandera que ondear al viento. En los 50, Elvis Presley lo fue todo para la primera generación que hizo del rock and roll un lenguaje propio, distintivo y rebelde. Elvis murió cuando no tenía mucho más que decir al mundo juvenil, en soledad y drogado.
Jimi Hendrix fue el gran genio de la guitarra eléctrica en la era del rock psicodélico. Era también la imagen de una época, los convulsos, esperanzados y confusos años 60. También murió ahogado en su propio vómito, provocado por una ingestión de drogas. De igual manera fallecieron Jim Morrison, Janis Joplin y otros muchos.
La generación del 77, identificada con el punk, también tuvo su grupo emblemático, los Sex Pistols, y su mártir, Sid Vicious, suicidado en parecidas circunstancias. Tras el punk, llegó el grupo irlandés U2, con su líder, Bono, ondeando la bandera blanca. Pero Bono admiraba a Bob Dylan porque seguía vivo. Y ahora también a Frank Sinatra.
El rock de los 90 necesitaba otro grupo, otro tipo de actitud, otra bandera. Y de la noche a la mañana apareció Nirvana. De Seattle nos llegó el «grunge». El rock llevaba años dando vueltas sobre sí mismo, de Londres a Nueva York, de Los Angeles a Manchester, de San Francisco a Dublín, sin encontrar una salida a ese eterno retorno al que parecía abocado. Sin embargo, una nueva generación parecía descubrir como algo «nuevo» y «propio» un estilo -«grunge»- que no era otra cosa, en principio, que una mezcla superpuesta de punk-rock, psicodélico sonido de garaje y heavy primitivo.
Nirvana era la quintaesencia de esta redefinición del rock para los 90, como algo «nuevo» para una nueva generación. Aunque Nirvana no era un grupo nuevo en el panorama del rock americano. Kurt Cobain, el cantante, guitarrista y líder del grupo, llevaba escribiendo canciones desde los quince años. A los 17 se fue de casa y a los 19 empezó a tocar con grupos, adoptando una actitud punk y consumiendo todo tipo de drogas al uso, mientras se hacía un nombre en el ambiente musical «underground» de Seattle.
Allí se estaba creando una escena musical apoyada por fanzines como Subterranean Pop, germen del sello discográfico independiente «Sub Pop», que lanzó el primer Lp de Nirvana en 1989. A Kurt Cobain le impulsaron a formar Nirvana las mismas razones que estaban en la mente de los Beatles o los Rolling Stones: «Decidí formar Nirvana porque no sabía hacer otra cosa que no fuera tener un grupo de rock.
Y, al igual que les ocurrió a Los Beatles y a Los Rolling en su día, el éxito mundial fulgurante conseguido con Nevermind que desplazó del número uno de las listas a Michael Jackson, le convirtió en el centro de la atención de los medios. La prensa sensacionalista se cebó con los detalles más sórdidos de su vida -su adicción a la heroína- y cuando se casó con Courtney Love, la cantante del grupo Hole, y tuvieron una hija, las críticas y los reportajes arreciaron, poniéndoles como ejemplo del grado de degeneración y desvergüenza al que estaban llegando los jóvenes en Estados Unidos.
Los mismos medios decían lo mismo de Elvis, de Chuck Berry, de Jerry Lee Lewis, de los Rolling, de Jimi Hendrix, de Jim Morrison y Los Doors, de Janis Joplin, de los Sex Pistols y de todos los grandes grupos, guitarristas, cantantes y poetas del rock. Kurt Cobain parecía predestinado a sufrir el mismo calvario. Pero al igual que Morrison o Hendrix, no parecía estar dispuesto a seguir jugando día tras día un juego que exige una gran capacidad de aguante.
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3 comentarios:
Gracias por este artículo y gracias por nombrar a Jesús Ordovás, el mayor impulsor de la "nueva ola" y de la movida madrileña desde su puesto de director del programa Diario Pop en Radio 3. Durante 25 años aprendimos música con él y disfrutamos de una radio de la que desgraciadamente queda muy poco. Yo no encuentro palabras para contar todo lo que Ordovás nos enseñó con su Diario Pop, pero hay montones de páginas muy bien escritas reconociendo su labor, como han hecho el noviembre pasado 40 artistas reunidos en la Sala Madrileña El Sol en un gran homenaje por todo lo que ha representado a lo largo de 25 años para la música y su difusión.
Creo que incluso hay una página con las actuaciones de esa noche homenaje al Gran Ordovás.
A ver si la encuentro y pongo el link.
Saludos.
http://www.elsolmad.com/conciertos/concierto.php?idconcierto=2404
Basta con echar un vistazo.
Sí, el rock está regado de muertes prematuras y no podemos olvidarnos de los nuestros.
En 1980 muere Canito, batería de Tos y amigo de Enrique Urquijo, en accidente de tráfico; unos años más tarde la carretera también se lleva a Pedro Díaz, igualmente batería, cuando el grupo ya se llamaba Los Secretos.
En 1999 Enrique Urquijo se va...demasiado pronto.
Y no podemos olvidar a Eduardo Benavente, lider de Parálisis Permanente, otra vez la carretera, cuando sólo tenía 20 años.
No sólo las drogas y el alcohol se llevan a los músicos.
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